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Prepara tu piel antes de la boda

Para que un maquillaje quede reluciente en un día tan importante como puede ser el día de tu boda es importantísimo el aspecto de tu piel ya que abarca la mayor superficie a lucir. Para eso dependes de la destreza de tu maquillador, cierto, pero si además has trabajado previamente tu piel, el resultado será mucho más bonito y duradero.

Rutina facial para novias

Este artículo va dedicado a todas las novias que maquillaré este año y a las que he estado aconsejando sobre la preparación de la piel. Evidentemente también es muy válido para cualquiera que quiera empezar una rutina, aunque no se vaya a casar. Estas pautas van inspiradas en mi experiencia personal, profesional pero también en un libro que me pareció totalmente acertado tanto por los consejos que da la autora, como por la manera tan amena de contarlo y por las explicaciones que da de cada paso, porque no sólo hay que seguir una rutina, sino que hay que entender por qué las sigues. Así te resultará más fácil ser constante. El libro se titula “Secretos de belleza coreanos para una piel radiante” de Charlotte Cho y os lo recomiendo para poder entender la importancia del cuidado facial. Yo me lo bajé en el móvil a través de la aplicación “Kindle” por un precio de 7,59 €.

¿Cuándo empezar?

Los resultados de una rutina facial bien hecha se notan ya en la primera semana, pero para que se note realmente una piel trabajada el día de la boda y optimizar el maquillaje es aconsejable un cuidado constante y correcto los 2 meses anteriores. De todas formas, cuanto antes empieces, mejor.

La rutina facial se hace por la mañana y por la noche. Aunque te acuestes por la noche con la cara limpia, la mezcla de sudor, ambiente y cremitas es suficiente para que te levantes con suciedad. ¡Haz la prueba! Acuéstate con la cara limpia, y por la mañana empapa un algodón con tónico y pásatelo por la cara, verás que no está del todo blanco…. Y por la noche, bueno, más adelante entro en detalles sobre lo que acumulamos en nuestro rostro a lo largo del día en el apartado de doble limpieza.

¿Qué productos te pueden ir bien a ti?

Sois muchas las que os quedáis asombradas de la cantidad de cosméticos, rutinas faciales, consejos y recomendaciones que normalmente incitan a la compra de productos que ni son los que corresponden a vuestra piel, ni os acabáis poniendo por falta de información.

Lo cierto es que cada una es diferente y la rutina y/o cosmético que me puede ir bien a mí, Bárbara Montes, con mi piel mixta sensible y con tendencia a deshidratación, a lo mejor nada tiene que ver con lo que te puede ir a ti. Es como las dietas, a cada una le va bien una. Con la piel pasa lo mismo. Por muchos consejos y recomendaciones que te lleguen hay hacer una criba, lo primero que tienes que hacer es reconocer tu tipo de piel y su necesidad, y luego probar, probar y probar. Y cambiar de cremas. Por ejemplo, te puede ir fenomenal una crema hidratante en verano porque no te deja la piel grasa, pero en invierno, como el ambiente es más seco, notas que necesitas una crema más espesa. También te puede cambiar la piel durante una época de más estrés (no olvidemos que es un órgano al que le afectan los cambios) por lo que necesitarás una crema distinta. Hay truquitos para aprender a escuchar tu piel, pero en este artículo me quiero centrar en la rutina en sí.

Paso 1, Doble limpieza:

Nuestra piel es una barrera protectora y retiene y acumula durante el día mucha cantidad de suciedad: partículas contaminantes, radicales libres (uno de los responsables del envejecimiento) alérgenos, microbios y bacterias, si a eso le sumas que tu propia piel genera sebo para protegerse y encima usas maquillaje, puedes imaginarte la capa de mugre que se ha formado a lo largo del día, aunque no hayas salido de casa… Vengo a decir todo esto porque la limpieza facial es importantísima, para mí uno de los pasos más importantes (junto con el paso de “aplicación del protector solar”).

La doble limpieza consiste en utilizar 2 productos para el primer paso de la rutina que es el de la eliminación de impurezas.

El primer producto es un aceite limpiador. Sabes bien que el aceite y el agua se repelen. Si intentas diluir y eliminar la capa aceitosa que se ha formado en tu cara al final del día, no lo conseguirás con una limpiadora normal. ¡Necesitas aceite para que arrastre el aceite! Además es la mejor opción incluso para las pieles mixtas y grasas, porque estos productos están formulados para todo tipo de piel. Que lleve la palabra aceite no significa que te vaya a engrasar la piel. Es incluso muy beneficioso para las pieles que segregan mucho sebo porque el aceite arrastrará la grasita sin dañar la piel.

Cuál y cuánto: puedes encontrar una gran cantidad de aceites limpiadores en el mercado. Ahora mismo yo uso uno de martidem y me va bastante bien, también me compré otro de una marca coreana por amazon para comparar y lo encuentro más líquido, pero igual de eficiente. Bobbi Brown también tiene un bálsamo que me encanta, es un desmaquillante aceitoso en forma de pasta amarilla, pero es bastante más caro que el resto de los aceites limpiadores. Un buen aceite limpiador os puede costar en torno a los 15 euros (el bálsamo de Bobbi Brown vale 68 €…)

Aplicación: Normalmente se aplican todos de la misma manera. Se aplica el aceite limpiador sobre la piel y se masajea suavemente para que el aceite vaya diluyendo la capa de suciedad, luego se humedecen los dedos y se sigue con el masaje, eso hará que emulsione el producto. Una vez la cara esté con espumita, se enjuaga con agua caliente y se pasa al segundo paso de la doble limpieza.

El segundo producto es la limpiadora a base de agua, bueno la limpiadora de toda la vida. Con este paso pretendemos dejar la piel limpia de impurezas y arrastrar lo que quede del paso anterior.

 

Cuál y cuánto: Puede ser una leche limpiadora, un gel, una espuma, agua micelar…lo que mejor te siente y necesites en ese momento. En mi caso, cuando me he puesto base de maquillaje, utilizo una limpiadora más potente en forma de gel o de espuma para ayudar a eliminar cualquier resto de base. Cuando no me he maquillado o para mi rutina matutina, utilizo una leche limpiadora de la Roche Posay (Toleriane dermolimpiador), muy suave y respetuosa con mi piel sensible. El tamaño grande de 400 ml está en torno a los 20 €.

Aplicación: se suelen aplicar sobre la piel humedecida. Tendrás que darte un suave masaje para permitir al producto arrastrar todo lo que quede de impurezas en la piel y luego enjuagarlo con agua. Algunas limpiadoras se pueden aplicar sobre la piel seca y retirar con un algodón. Otras se aplican directamente con ayuda del algodón.

Ojo! Si te has maquillado los ojos o llevas máscara de pestañas, el primer paso de todos será desmaquillarte los ojos. Hay desmaquillantes específicos que ayudan a eliminar los productos resistentes al agua. Mis favoritos son los desmaquillantes bifásicos que llevan agua y aceite.

Paso 2, Tónico:

Una vez tu rostro está libre de impurezas, hay que reequilibrarlo y prepararlo para recibir los tratamientos hidratantes. Ojo con la elección de tónicos ya que su función es reforzar la barrera protectora de tu piel, y no eliminar más impurezas. Tienes que buscar un tónico hidratante, a ser posible que no lleve ni alcohol ni perfumes para no dañar la capa superficial del cutis, sino buscar a nutrirla. Yo estuve años sin usar tónico porque la mayoría de los que hay a la venta son “astringentes” y llevan tal concentración de alcohol que me acababan resecando y enrojeciendo la piel, además al aplicármelo notaba “ese frescor” que en realidad era picor y me resultaba desagradable. Hay que buscar y encontrar uno con el que sientas que estás aportando a tu piel, no quitando.

Cuál y cuánto: Estuve rebuscando a consciencia tónicos válidos y mirando todos los ingredientes y la verdad es que voy a seguir buscando porque me está costando bastante encontrar uno a mi gusto. El que estoy usando ahora me tiene más satisfecha que el primero que probé. Noto que respeta el ph de mi piel y no me escuece nada cuando me lo aplico. Es la loción de alta tolerancia de Germaine de Capuccini y está en torno a los 25 euros. Pero repito, me va bien a mi tipo de piel.

Aplicación: La mayoría de los tónicos tienen una textura líquida y se aplican con ayuda del disco de algodón y otros directamente pulverizados en el rostro.

 

Paso 3, Tratamientos específicos: Serums y ampollas

Después del tónico y antes de aplicarte la crema hidratante, puedes añadir un cosmético más a tu rutina solo si crees que es necesario. Puedes añadir un tratamiento concentrado, también llamado sérum o ampolla, incluso esencia. Hay muchos tipos en el mercado, suelen estar en botecitos con cuenta gotas porque con apenas tres o cuatro gotas tienes puedes untar toda la cara. A ti de reconocer la necesidad de tu piel y ver si te hace falta añadir ese paso a tu rutina. Algunos sirven para reducir manchas, rojeces, otros para prevenir la aparición de arrugas, tienes tratamientos antioxidantes, reafirmantes, hidratantes, etc…algunos son para uso no continuo una vez acabado el tratamiento. En mi caso sólo utilizo serums en invierno, porque con la sequedad del ambiente noto que a mi piel no le viene nada mal una capita más de hidratación, y si encima me previene las arrugas ¡pues genial! Me gusta usarlo en mi rutina de noche, y en días alternos. Ojo, el tratamiento no sustituye la crema hidratante, el serum sólo te aporta el ingrediente concentrado que necesitas, pero no hidrata la piel.

 Cuál y cuánto: De momento me siento cómoda con los serums de la marca Eberlin, con precios de entre 30 y 60 euros y bastante variedad en tratamientos.

Aplicación: Depende del fabricante, pero suelen aplicarse de tres a cuatro gotas, cuando van con cuenta gotas claro, y se extienden con un suave masaje. De todas formas, viene explicado en el modo de empleo. Es aconsejable dejar que el producto se absorba completamente antes de aplicarte la crema hidratante.

 

Paso 4, Crema hidratante y contorno de ojos

Este sería el último paso de tu rutina diaria matutina y nocturna. Ya nos hemos asegurado de que tenemos la piel limpia de impurezas, ya hemos restaurado su barrera protectora y le hemos aplicado el tratamiento. Ahora la vamos a hidratar. La función de las hidratantes es retener y mantener la humedad en la piel además de aportarle suavidad. El resultado del maquillaje depende directamente de la hidratación previa de la piel. Y no sólo depende de la hidratación aplicada el mismo día del maquillaje, sino del estado de tu piel según como la hayas tratado los meses anteriores. Por eso os recomiendo que seáis constantes con la hidratación. Una base de maquillaje aplicada sobre una piel tratada reluce y dura mucho más que sobre una piel seca o deshidratada.

Sobre todo, en la zona del contorno de ojos. Ten en cuenta que aplicaremos corrector y/o maquillaje en la zona de la ojera, y es una zona que se arruga fácilmente. Si no esta lo suficientemente hidratada, el maquillaje se puede resecar y cuartear más fácilmente. La piel alrededor del ojo es más sensible y mucho más fina, por eso es importante elegir un producto específico para esa zona.

Cuál y cuánto: El contorno que utilizo ahora es el de la Roche Posay (línea toleriane, como la limpiadora antes comentada) porque es la que más respeta la sensibilidad de esa zona. Esté en torno a los 15 euros. En cuanto a la crema hidratante de cara, utilizo la de Pranarom, una marca francesa que fabrica aceites esenciales quimiotipados y que los utiliza para su línea de cosmética. Su precio esta sobre los 30 euros.

Aplicación: el contorno se aplica a toquecitos por la zona de la ojera llegando un poco hasta la sien. La crema hidratante se aplica desde el centro del rostro hacia afuera sin estirar la piel.

Con esta rutina constante dos meses antes de la boda debería bastar para que podamos optimizar tu maquillaje al máximo y que tengas una piel resplandeciente no sólo ese día sino también durante toda la luna de miel. Además, quién sabe, quizás al ver los resultados le coges el gusto a la rutina facial y continúas con ella.

 

Si te ha resultado útil esta información, sigue leyendo porque tengo más cositas que comentarte.

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Añade protector solar a tu rutina:

Bueno, la protección solar no influye directamente en mi trabajo como maquilladora, pero es absolutamente necesaria para la salud y mantenimiento de tu piel. Ten en cuenta que está expuesta todo el año a los rayos UVA (que penetran profundamente en la piel acelerando el envejecimiento ya que atacan el colágeno de la dermis) y UVB (principales responsables del cáncer de piel y de las quemaduras). Así que hazte un favor, usa siempre una crema solar que te proteja de ambos rayos ultravioletas, durante todo el año y repitiendo la aplicación durante el día (la mayoría de los protectores solares pierden su efectividad a las 3 o 4 horas). Si usas una hidratante con factor de protección, comprueba si te protege de ambos rayos UVA y UVB y fíjate en el grado de protección. Nunca está de más usar una crema solar además de la hidratante, aunque tenga incluya factor de protección.

Exfoliación:

Por mucha doble limpieza exhaustiva que hagamos, a veces no logramos eliminar la capa de piel muerta y descamaciones. Es por eso que para un mantenimiento correcto es aconsejable exfoliarse la piel al menos una vez por semana. Eliminarás los residuos en total profundidad y evitarás la formación de puntos negros. El paso de la exfoliación se hace después de la limpieza. Después, es aún más importante protegerse la piel ya que habremos eliminado la barrera protectora natural. El siguiente paso sería pues la del tónico, luego el sérum de tratamiento si tenemos, después la hidratante y si hemos hecho la exfoliación de día, el protector solar. Personalmente prefiero exfoliarme la piel por la noche.

Cual y cuanto: Hay muchos tipos de exfoliantes, unos más agresivos que otros. Como yo tengo la piel sensible, no utilizo el típico exfoliante con gránulos, sino que uso un exfoliante enzimático, mucho menos agresivo e igual de efectivo. Por 4 euros estoy muy contenta con el de la marca ZIAJA (exfoliante enzimático de algas marinas).

Aplicación: Depende de tipo de exfoliante, el fabricante o vendedor suele indicar claramente el modo de empleo. En el caso del exfoliante enzimático que os he comentado, se aplica sobre el  rostro, se deja de 10 a 15 minutos y se enjuaga con agua caliente. Se seca y se continua con la rutina.

Mascarilla de un solo uso:

Las mascarillas de un solo uso son un aporte extra de hidratación. Además, se notan los resultados de manera instantánea. Son ideales para antes del maquillaje porque además te deja la piel súper suave y se nota. Puedes utilizar una o dos a la semana. Vienen en sobres individuales y son de un sólo uso. Se aplican después de la limpieza y del tónico. El día que la uses no hace falta que te apliques sérum después, puedes pasar directamente a la hidratante. A mi me gusta tanto como la mascarilla me deja la piel, que me salto la hidratante también y paso directamente al protector solar.

Cual y cuanto: Las mascarillas que uso son de una marca coreana y me las pido por amazon, están muy bien de precio y tienen unos ingredientes que se adaptan a la sensibilidad de mi piel. El producto se llama “Dermal korea Collagen Essence Full Face Mask” y vienen 16 mascarillas por casi 16 euros, ideal. El principal ingrediente es colágeno.

Aplicación: Después de la limpieza y el tónico se abre el sobre y se saca la mascarilla, es una toallita desechable con forma de cara con agujeros en ojos, nariz y boca, va empapada en producto así que hay que aplicarla directamente en la cara y dejarla durante 20 minutos, media hora como mucho. Luego tiras la mascarilla (¡no la vuelvas a usar por mucho que te parezca que queda producto!) Y deja que se seque naturalmente la cara. Si queda producto en el sobre, puedes aplicártelo en escote y manos.

Alimentación e hidratación:

La piel es un órgano vital, y se ve afectado por tu tipo de alimentación y tus hábitos. Puedes sorprenderte de lo que pueden mejorar las bolsas debajo de los ojos o el aspecto de tu piel con una buena alimentación, insistiendo por supuesto en la ingestión de frutas y verduras, reduciendo el consumo de azúcar y bebiendo dos litros de agua al día. Los tés e infusiones también tienen un papel muy positivo. Tienes también a tu disposición complementos alimenticios que están enfocados a la mejora de la piel, las uñas, y el pelo. Me encantaría profundizar sobre el tema de la nutricosmética pero es tan amplio que mejor lo dejo para otra entrada de blog!

Centros de estética:

Una excelente manera de empezar con una rutina es yendo a un centro de estética de confianza para una “puesta a punto inicial”, es decir para una limpieza completa para eliminar puntos negros y células muertas. Además, al tratar tu piel, los profesionales podrán ayudarte a detectar sus necesidades y por lo tanto ayudarte en la elección de tratamientos. Para la misma semana de la boda, puedes pedir otra cita para que te hagan algún tratamiento hidratante intensivo, tipo mascarilla de colágeno o ácido hialurónico, o radiofrecuencia. Yo noto mucho la diferencia a la hora de maquillar cuando os habéis pasado por la estética días antes de la boda.

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